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El género en la sociedad multicultural

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07/11/2010 às 21:19
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Notas

  1. De acuerdo con Marcela Lagarde, la identidad se conforma por las significaciones culturales aprendidas y por las creaciones que el sujeto realiza sobre su experiencia a partir de ellas, la complejidad cultural impacta la complejidad de la identidad (LAGARDE, M. (1993). Identidad Genérica y Feminismo. Ponencia presentada en el XIII Congreso Internacional de Ciencias Antropológicas y Etnológicas. C. De México, 4 de agosto de 1993, p. 35).
  2. Según Adelmo Genro Filho, los conceptos culturales son categorías de palabras o conceptos a los cuales atribuimos una dimensión filosófica en el espacio territorial, es decir, los conceptos producen sentido, básicamente, no para uso colectivo, pero por el sentido que ellos adquieren en el contexto de ciertos sistemas de pensamiento, siendo estas categorías: la naturaleza, la sociedad, el tiempo y el espacio (GENRO, A. F. Marxismo Filosofia Profana. Porto Alegre: Tchê!, l986, pp. 29-38).
  3. GILES, Thomas Ranson. História do Existencialismo e da Fenomenologia.AP: EPU – Edusp, 1975, pp. 308-9.
  4. Néstor García Canclini, al analizar los debates sobre la cultura y su significado político, habla del multiculturalismo como un movimiento socio-político que absolutiza el marco territorial original de las etnias y de las naciones, que establece dogmáticamente rasgos biológicos y telúricos asociados con ese origen como si fueran ajenos a las vicisitudes históricas y a las mutaciones contemporâneas (CANCLINI, Nestor García. Narrar o multiculturalismo. In: CANCLINI, Nestor García. Consumidores e Cidadãos: conflitos multiculturais da globalização. Rio de Janeiro: UFRJ, 4.ª ed., 2001, p. 144).
  5. De acuerdo con Joan Scott, el concepto de género se formula con respecto a la distinción de sexo, y esto muestra una construcción psicosocial, cultural e históricamente construida a través del desarrollo, y que define los roles masculinos y femeninos, es decir, que caracteriza la personalidad, el comportamiento sexual y la apariencia física de los hombres como mujeres en una sociedad dada, siendo el género, por lo tanto, un elemento constitutivo de las relaciones sexuales basadas en las diferencias que distinguen a los sexos y representa una forma primaria de relaciones significativas de poder (SCOTT. J. El género como categoría útil para el análisis histórico. Valencia: Edit. Alfons el Magnanim, 1990, p. 44).
  6. Simone Beauvoir sugiere que la dominación y explotación femenina se entiende como una construcción social y susceptible de modificaciones conforme a las constelaciones de poder político y económico, así como de la propia dinámica social (ERICEIRA, Ronald Clay dos Santos. Sexualidade e sociedade: estudo etnográfico e de gênero dos personagens femininos de uma escola de samba. Caderno de Pós em Ciências Sociais da Universidade Federal do Maranhão, v.1, nº 1, jun/jul., 2004, p. 70).
  7. Según Stuart Hall, en vez de hablar acerca de la identidad como algo terminado, debemos hablar de identificación, y debemos la ver como un proceso continuo, porque la identidad no surge tanto de la plenitud de la identidad que ya está dentro de nosotros como individuos, sino por la falta de integridad que se llena a partir del mundo exterior, es decir, por las formas en que nos imaginamos ser vistos por los demás (HALL, Stuart. A Identidade Cultural na Pós-Modernidade. Tradução: Tomaz Tadeu e Guacira L. Louro. 3º ed. Rio de Janeiro: DP&A Editora, 1999, p. 39).
  8. Ramaswam Mahalingam sostiene que las categorías sociales como la raza, el género y la sexualidad han sido históricamente construida para defender una base biológica de las diferencias de grupo en un intento por mantener la hegemonía social y política (MAHALINGAM, Ramaswam. Essentialism, Culture, and Power: Representations of Social Class. Journal of Social Issues. Vol. 59, 2003, p. 736).
  9. De acuerdo con John Delamater, los constructivistas sociales sostienen que no hay esencias verdaderas, pues que la realidad es una construcción social, y, por lo tanto, los fenómenos son construcciones sociales, productos de una cultura particular, del lenguaje y de las instituciones (DELAMATER, John, and HYDE, Janet Shibley. Essentialism vs. Social Constructionism in the Study of Human Sexuality. The Journal of Sex Research. Vol 35, 1998, p. 15-6).
  10. Para Charlotte Gilman, el objetivo es la unión de ambos sexos sobre la base de la reconciliación, del respeto, de la tolerancia y de la aceptación, ya que las mujeres han hecho a la gente que hizo el mundo, y siempre seguirá haciéndolo, pero hasta ahora han tenido una parte muy insignificante en el mundo de sus hijos han hecho (GILMAN, Charlotte Perkins. Women and Economics: A Study of the Economic Relation Between Men and Women as a Factor in Social Evolution. Vol. 1898. Berkeley: University of California Press, 1998, p. 164).
  11. Ann Oakley y otros autores han descrito, en los años 70, la palabra género como aquellas características de las mujeres y de los hombres que son determinadas socialmente, en contraste con aquellas que están determinados biológicamente. Para Oakley, la distinción esencial entre el sexo y el género se hace para destacar que todo lo que hombres y mujeres hacen, todo lo que se espera de ellos, con la excepción de las funciones sexuales distintas (la gestación, el parto, la lactancia materna, la fertilización) pueden cambiar, y cambian a través del tiempo y de acuerdo a la transformación y la variación de los factores socioculturales .
  12. (OAKLEY, Ann. Sex, gender and society. In: MORAES, Eunice Léa. Construindo Identidades Sociais: Relação gênero e raça na política pública de qualificação social e profissional. Vol. 1. Coleção Qualificação Social e Profissional. Brasília: Secretaria de Políticas Públicas e Emprego, 2005, p.11).

  13. De acuerdo con Pierre Bourdieu, las oposiciones y las jerarquías sociales son arbitrarias y construidas históricamente, siendo que, además, la división entre los sexos parece ser el orden de las cosas, que está presente al mismo tiempo, ella está presente, al mismo tiempo, en estado objetivado y en todo el mundo social, así como en los cuerpos y en los habitus de los agentes, funcionando como sistemas de esquemas de percepción, de pensamiento y de acción (BOURDIEU, Pierre. A dominação masculina. Rio de Janeiro, Bertrand Brasil, 1999, p.17).
  14. Para María Floro, la participación activa de las organizaciones de mujeres en las estructuras y en los procesos de toma de decisiones sobre el comercio es igualmente importante para identificar y corregir los efectos adversos de las políticas sobre el comercio, las financiaciones y las inversiones. Para esta autora esto ayuda a garantizar que las cuestiones de género sean abordadas durante las etapas de formulación, ejecución y evaluación de los compromisos relacionados con el comercio y las políticas que afectan los flujos de capital (FLORO, Maria; ÇAGATAY, Nilufer; ERTURK, Korkut and WILLOUGHBY, John. Gender Issues and Distributional Concerns of Financing for Development, Background Paper prepared for United Nations International Research and Training Institute for the Advancement of Women (INSTRAW), June, 2003, p. 35).
  15. Marcela Lagarde dice que "más allá de los cambios en la sociedad, en la masculinidad y en la feminidad la ideología genérica patriarcal parece inalterada y vigente. Es la concepción a partir de la cual los grupos sociales y los particulares estructuran su identidad: se conciben a sí mismos, a sus actos, a sus sentires, a sus hechos y a los otros. Es una ideología fosilizada, porque expresa y sintetiza separaciones sociales inmutables. Se caracteriza porque cada género es irreductible en el otro: sus diferencias sociales son elaboradas subjetivamente como excluyentes y antagónicas por naturaleza" (LAGARDE, M. Identidad Genérica y Feminismo. Ponencia presentada en el XIII Congreso Internacional de Ciencias Antropológicas y Etnológicas. C. De México, 4 de agosto de 1993, p. 800-1).
  16. HALL, Stuart y WOODWARD, Kathryn. Identidade e diferença: a perspectiva dos estudos culturais. Tomaz Tadeu da Silva (org.). Petrópolis, RJ: Vozes, 2000.
  17. Según Gilles Lipovetsky, la concepción de la mujer como protagonista de su propia vida decurre de una nueva cultura que se centra en el placer y el sexo, en el entretenimiento y en la libre elección personal, lo que causó la devaluación de un modelo de vida femenina más orientada a la familia que a la propia mujer, que legitimó los deseos de las mujeres a vivir más para ellas y por ellas (LIPOVETSKY, G. A terceira mulher. Tradução de Maria Lúcia Machado. São Paulo: Companhia das Letras, 2000, p.228-9).
  18. TOURAINE, A. Poderemos viver juntos? Iguais e diferentes. Petrópolis: Vozes, 1999, p. 321.
  19. Homi K. Bhabha distingue, de manera paradigmática, el concepto de la diversidad del concepto de la diferencia. Para ese autor, la diversidad cultural se refiere a la cultura como objeto de conocimiento empírico, reconociendo los contenidos y las costumbres culturales pre-datados y, en oposición a este punto de vista, la diferencia cultural se constituye como un proceso de enunciación de la cultura (BHABHA, Homi K. O local da cultura. Belo Horizonte: UFMG, 1998, p. 63 e ss.).
  20. Según Serge Moscovici, la "representación es, fundamentalmente, un sistema de clasificación y de denotación, de alocación de categorías y nombres" (MOSCOVICI, S. Representações Sociais em Psicologia Social. Petrópolis: Vozes, 2004, p. 62).
  21. Para Hans Reiner la existencia humana se orienta en el mundo de acuerdo a los valores, ya que todo lo que se piensa, se desea o se hace es para lograr o hacer valer un valor positivo o para eliminar o reducir un valor negativo. Además, Hans Reiner dice que los valores que pueden ser llamados absolutos son aquellos que, en su medida, son lo que son sin necesidad de una relación predeterminada con los seres humanos, o mejor dicho, sin que tengan que estar disponibles para beneficiar a los seres humanos, como lo que sucede con la generosidad, la sinceridad y la vida, que poseen valores en sí mismos (TERRICABAS, Josep-María. Diccionário de Filosofia. Tomo IV. Edición ver., aum. y actualizada. Barcelona: Editorial Ariel, 1994, p. 2495).
  22. Según Kátia Costa dos Santos, el conocimiento no es una construcción neutral, disociada de valores, pues son relaciones de poder. Esta autora dice que lo que se debe cuestionar y desafiar es la forma en que la relación conocimiento-poder se construye en los significados creados por los individuos y en las relaciones culturales (SANTOS, Kátia Costa dos. Construção Multicultural: Reflexões sobre políticas alternativas para o ensino de língua estrangeira. Tese de doutorado em Letras da Universidade de São Paulo apresentada em 2002, p.10).
  23. Karl Jasper entiende que es el mundo fragmentado que hace que el sujeto vuelva a si mismo y, en su calidad de único ser en concreto, de manera que pueda explicar su propia existencia (HERSCH, Jeanne. Karl Jaspers. Trad. Luís Guerreiro P. Cocais. Brasília: Universidade de Brasília, 1982, p.19).
  24. Reinaldo Matias Fleuri sostiene que el eje conceptual sobre el cual se sitúan las cuestiones y reflexiones que se plantean en este campo, y que caracterizan los problemas más espinosos de nuestro tiempo, es la posibilidad de respetar las diferencias y integrarlas en una unidad de modo que ellas no se anulen. Fleuri también entiende que esto es válido, de hecho, tanto para el discurso de las diferencias étnicas y culturales, de género y generaciones, que serán aceptadas en la escuela y en la sociedad, cuanto para la distinción entre los pueblos en relación al equilibrio internacional y planetarios (FLEURI, Reinaldo Matias: Intercultura e educação - Universidade Federal de Santa Catarina, Centro de Ciências da Educação, 2003, p.17).
  25. Mario Margulis plantea que "existen en cada sociedad códigos culturales superpuestos, tramas de sentido que tienen diferente alcance espacial" y "estas tramas culturales superpuestas están en constante intercambio y transformación, sumidas en procesos de cambio y en luchas por la constitución e imposición de sentidos que, por supuesto, no están desvinculadas de las pujas y conflictos que arraigan en la dinámica social" (MARGULIS, Mario y URRESTI, Marcelo (Comps.). La cultura en la argentina de fin de siglo. Ensayos sobre la dimensión cultural. Buenos Aires: Oficina de Publicaciones del CBC, UBA, 1997, pp. 41-2).
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Sobre o autor
Fabio Trevisan Moraes

Policial Rodoviário Federal. Doutorando em Direito Penal. Mestre em Direito. Especialista em Direito Civil e Processual Civil. Especialista em Direito Público. Especialista em Direito Penal e Processual Penal. Bacharel em Direito.

Como citar este texto (NBR 6023:2018 ABNT)

MORAES, Fabio Trevisan. El género en la sociedad multicultural. Revista Jus Navigandi, ISSN 1518-4862, Teresina, ano 15, n. 2685, 7 nov. 2010. Disponível em: https://jus.com.br/artigos/17776. Acesso em: 27 nov. 2024.

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